Y acá estoy... después de 36 años, por primera vez en mi vida materialmente sola....
Tan triste que no me cabe más tristeza...
Los hijos grandes... ya no están y la sombra ya no está en casa, pero ensombrece el alma.
Tengo tantas palabras no dichas...
Tantos silencios de años. Yo no se como es posible tanto. Tanto ahogo, tanta soledad compartida. Tantas energías puestas en quererlo, en cuidarlo, en ayudarlo... tantas que me perdí a mi misma en el camino. A veces creo que mi condición natural es la tristeza y el ahogo. Otras me acuerdo de mis ganas de hacer cosas, de mi gusto por la música, de mis ganas de cantar, de estudiar, de leer, de viajar, de besar, de abrazar, de abrigar... ojalá estén todavía en algún lugar... y ojalá revivan.
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