Así como la vida me dio el padre que me dio, me dio, por el otro lado, para equilibrar la balanza una madre con 12 hermanos... es decir, yo, esta que escribe, tuvo la suerte enorme de tener 12 tíos y una bandada de primos.
Tener todos esos tíos significaba tener muchas casas donde "refugiarse" y donde acopiar buenos momentos.
Tengo, en mi memoria y en mi corazón a mi tía más grande... la mayor de las hermanas de mi mamá... que tenía hijas muuucho más grandes que yo, preparando arroz con leche y yogur, con la leche recién ordeñada para hacerle mimos a mi estómago.
Tengo en mi memoria una larguísima mesa perforada donde se secaban, a la sombra, los damascos, las ciruelas y las peras de la quinta y que, por alguna maravilla del amor no estaba prohibido comerse "al paso".
Tengo en mi memoria una madrugada clara y ella tomándome la mano y señalando el cielo para mostrarme un cometa ¡el más lindo que vi en mi vida!
Tengo en mi memoria el colectivo que me dejaba sobre la calle principal y yo corriendo, hacia el lado del campo (el pueblo tenía dos cuadras de ancho) con un bolsito en la mano y la alegría de ir a quedarme unos cuantos días con ella.
Cuando pienso de dónde saqué reservas... de dónde este amor por la vida, a pesar de todo... en estas pequeñas cosas encuentro la respuesta.
viernes, 27 de noviembre de 2009
viernes, 13 de noviembre de 2009
gracias papá
a raíz, justamente de esto de intentar entender lo que uno tiene sepultado...
tengo sepultado y no bajo tierra... a un padre que no fue del todo malo... cumplió mínimamente su cometido de no dejar que nos muriéramos de hambre y de que no duermiéramos a la intemperie. Pero eso fue todo.
Se fue, de la casa donde vivía con mi madre y mi hermano menor y de nuestras vidas, hace ya casi 30 años. Nunca lo volvimos a ver ni volvimos a saber de él.
No conoce a ninguno a sus 5 nietos más chicos y a los tres más grandes los vió por última vez hace 30 años, es decir tampoco los conoce.
No compartió mis alegrías ni mis tristezas.
Me dejó, solamente, el alivio de no seguir soportando su mal humor, su tiranía y, muy en el fondo del alma, la tristeza de no haber tenido padre.
Sin embargo tengo algo que agradecerle, porque de él aprendí todo lo que sufren los hijos con las conductas de los padres, él me enseño, con el mejor de los ejemplos ¡todo lo que no hay que hacerle a un hijo!.
tengo sepultado y no bajo tierra... a un padre que no fue del todo malo... cumplió mínimamente su cometido de no dejar que nos muriéramos de hambre y de que no duermiéramos a la intemperie. Pero eso fue todo.
Se fue, de la casa donde vivía con mi madre y mi hermano menor y de nuestras vidas, hace ya casi 30 años. Nunca lo volvimos a ver ni volvimos a saber de él.
No conoce a ninguno a sus 5 nietos más chicos y a los tres más grandes los vió por última vez hace 30 años, es decir tampoco los conoce.
No compartió mis alegrías ni mis tristezas.
Me dejó, solamente, el alivio de no seguir soportando su mal humor, su tiranía y, muy en el fondo del alma, la tristeza de no haber tenido padre.
Sin embargo tengo algo que agradecerle, porque de él aprendí todo lo que sufren los hijos con las conductas de los padres, él me enseño, con el mejor de los ejemplos ¡todo lo que no hay que hacerle a un hijo!.
viernes, 6 de noviembre de 2009
filosofía barata
y zapatos de goma...
A veces, al mejor estilo Charly, me dedico a la filosofía barata y chancletas de goma...
pero que me pongo filósofa, me pongo filósofa.
Así como no compro cosas que ya tengo o que no necesito, para no tapar más el mundo de basura y para no chuparle más la sangre al pobre planeta, tampoco pretendo decir con palabras nuevas lo que otro ya dijo... y bien dicho.
A raíz de mi post anterior y de la posibilidad de ser feliz con lo que uno tiene como sedimento, o acumulación, o experiencia, o duración... como le quiera llamar, recupero este soneto de Francisco Luis Bernardez.
A veces, al mejor estilo Charly, me dedico a la filosofía barata y chancletas de goma...
pero que me pongo filósofa, me pongo filósofa.
Así como no compro cosas que ya tengo o que no necesito, para no tapar más el mundo de basura y para no chuparle más la sangre al pobre planeta, tampoco pretendo decir con palabras nuevas lo que otro ya dijo... y bien dicho.
A raíz de mi post anterior y de la posibilidad de ser feliz con lo que uno tiene como sedimento, o acumulación, o experiencia, o duración... como le quiera llamar, recupero este soneto de Francisco Luis Bernardez.
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,
si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Mis raíces son la base de mi copa... y mi copa el lugar de mis flores...
hoy me siento árbol!
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Quieren que les cuente una cosa?
Me encanta tener este sitio...
Me encanta releerme, y ver que el tiempo no pasó en vano.
Me encanta ver el proceso de ir saliendo de la sombra...
Me encanta pensar que cuando empecé a escribir fue para darme ánimos, para hacer memoria, para evitar que los ojos llenos de lágrimas me impidieran ver.
Me encata ver que hace mucho que no estoy enojada, mucho que no lloro, mucho que no estoy enferma, ni física ni mentalmente.
Me encanta descubrirme descubriendo!!
Si yo, en mi vida hubiése sido intensamente feliz, hoy estaría añorando esa felicidad.... hoy, en cambio, estoy disfrutando de lo que no tuve durante muchos años.
Mirando una película rescato una frase....
Lo único que la vida te asegura es el sufrimiento, la felicidad es un regalo efímero que hay que disfrutar mientras dura (no es textual, pero es más o menos así)
Me encanta releerme, y ver que el tiempo no pasó en vano.
Me encanta ver el proceso de ir saliendo de la sombra...
Me encanta pensar que cuando empecé a escribir fue para darme ánimos, para hacer memoria, para evitar que los ojos llenos de lágrimas me impidieran ver.
Me encata ver que hace mucho que no estoy enojada, mucho que no lloro, mucho que no estoy enferma, ni física ni mentalmente.
Me encanta descubrirme descubriendo!!
Si yo, en mi vida hubiése sido intensamente feliz, hoy estaría añorando esa felicidad.... hoy, en cambio, estoy disfrutando de lo que no tuve durante muchos años.
Mirando una película rescato una frase....
Lo único que la vida te asegura es el sufrimiento, la felicidad es un regalo efímero que hay que disfrutar mientras dura (no es textual, pero es más o menos así)
lunes, 2 de noviembre de 2009
gracias a la vida...
Se que se puede pensar que soy una conformista, pero yo estoy muy agradecida con la vida.
Mi vida no es perfecta, ni lo fue ni lo será... pero me trata bien.
Me da momentos de mucha, muchísima alegría, otros de infinita tristeza, algunos de desesperación, otros de resignación, pero, sobre todo, me da la capacidad de encontrarle a cada cosa una solución, una forma de sobrellevarla, un modo de aprender.
Si hago un balance de defectos y virtudes tengo siempre, para mi, un saldo positivo.
Me hace sentir bien plantearme un desafío y poder cumplirlo, me hace sentir bien valerme por mi misma, poder, querer y saber hacer muchísimas cosas.
Haber aprendido, por fin, que mi vida no depende de nadie, que hay mucha gente que la puede mejorar, pero que nadie, absolutamente nadie es imprescindible, ni siquiera mis hijos, y eso me hace feliz, porque no quiero que ellos tengan la carga de una madre que "sin ellos no vive", cada uno tiene su vida.... a luchar por ella!.
Mi vida no es perfecta, ni lo fue ni lo será... pero me trata bien.
Me da momentos de mucha, muchísima alegría, otros de infinita tristeza, algunos de desesperación, otros de resignación, pero, sobre todo, me da la capacidad de encontrarle a cada cosa una solución, una forma de sobrellevarla, un modo de aprender.
Si hago un balance de defectos y virtudes tengo siempre, para mi, un saldo positivo.
Me hace sentir bien plantearme un desafío y poder cumplirlo, me hace sentir bien valerme por mi misma, poder, querer y saber hacer muchísimas cosas.
Haber aprendido, por fin, que mi vida no depende de nadie, que hay mucha gente que la puede mejorar, pero que nadie, absolutamente nadie es imprescindible, ni siquiera mis hijos, y eso me hace feliz, porque no quiero que ellos tengan la carga de una madre que "sin ellos no vive", cada uno tiene su vida.... a luchar por ella!.
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